“Vivir como perros y gatos”, “llevarse como perros y gatos”, “perro y gato en platos distintos”… son muchas las expresiones que hacen referencia a la supuesta incompatibilidad de caninos y felinos.
De hecho, la principal motivación de los perros es cazar animales pequeños y la principal motivación de los gatos es huir de los animales más grandes.
Entonces la pregunta es, ¿pueden gatos y perros vivir juntos en perfecta armonía? Veamos qué dice la ciencia al respecto.
¿Pueden convivir perros y gatos juntos en la misma casa?
Tal y como confirma una investigación de la Universidad de Lincoln en el Reino Unido, una convivencia amistosa entre gatos y perros es perfectamente posible.
Sobre todo si se conocen desde pequeños y quienes los adoptan siguen una serie de recomendaciones encaminadas a que la adaptación sea lo más rápida, fácil e intuitiva posible.
La presentación
Las primeras impresiones siempre son importantes, por lo que recomendamos tomarse un tiempo para prepararse para la presentación. Idealmente, esto debe hacerse en un espacio grande y tranquilo donde haya pocas distracciones.
Como señalan varios estudios, la introducción será mucho más fácil si ambos se conocen desde cachorros, cuando la predisposición de perros y gatos a jugar y socializar con extraños es mucho mayor.
Esto no quiere decir que un perro y un gato no puedan vivir juntos si se conocen de adultos. No mucho menos. Así que, si este es tu caso, no te preocupes, porque con un poco de tiempo y paciencia al final lo conseguirás. Según los etólogos, es muy importante no tener prisa y que durante las primeras horas bajo el mismo techo, ambos estén en habitaciones separadas.
Algunos consejos o trucos que te pueden ayudar en la presentación:
- Trate de llevar una manta o una almohada con el olor del otro junto a ellos para ver cómo reaccionan. Si ninguno de los dos reacciona mal a este estímulo, busca un momento en el que ambos estén especialmente tranquilos para llevarlos a un lugar de la casa donde tanto el perro como el gato estén cómodos.
- Antes de ponerlos frente a frente, saca a pasear a tu perro y asegúrate de que regrese cansado, ya que esto lo hará mucho más receptivo para conocer a su nuevo hermanito.
- En cuanto al gato, córtale las uñas e intenta jugar un poco con él antes de ponerlo delante de su hermano canino.
Para el primer contacto, te recomendamos que tengas a alguien que te ayude y que ambos animales estén atados para que puedas controlarlos y corregirlos si hacen algo que pueda poner nervioso al otro.
Más allá de tus mascotas, es esencial que luzcas tranquilo, relajado y seguro de que la presentación saldrá bien, de lo contrario corres el riesgo de infectarlos a ambos sin querer.
Es igualmente importante no forzarlos a acercarse o interactuar entre ellos. Como he repetido a lo largo de estas líneas, es fundamental tener paciencia y darles tiempo para que aprendan. Así que si ves que no es el mejor día, espera a mañana para volver a intentarlo.
El trato
Para que la convivencia entre tu perro y tu gato sea lo mejor posible, es fundamental dedicarles tiempo y cariño por igual.
También que respetes su espacio personal y su forma de ser, porque son dos especies diferentes. Si lo haces, verás lo felices que pueden estar juntos los gatos y los perros y lo maravilloso que es compartir.
El espacio
Si quieres ver a tus gatos y perros juntos, felices y conviviendo en armonía, es fundamental que cada uno tenga su propio espacio, su propia cama y sus juguetes.
Para evitar conflictos por la comida o la bebida, coloca el comedero y el bebedero de tu gato en un lugar alto, fuera del alcance de tu perro, y mantenlos alejados cuando uno de ellos coma.
En cuanto al arenero, colócalo en un lugar separado, alejado de la zona de recreo del perro, para que el gato pueda hacer sus necesidades con total tranquilidad.